martes, 6 de agosto de 2013
La generación perezosa
Nos dedicamos a dejar que pasen los trenes. Esos sucesos que sólo ocurren una vez en la vida. Preferimos mantenernos en nuestro sitio, fuera de lugar, a intentar hacer algo. Pereza lo podríamos llamar. Lo cierto es que preferimos no plantar cara a lo que tiene que suceder por pereza. Pereza a iniciar una conversación que puede cambiar nuestra vida, pereza a realizar una llamada que significaría un nuevo comienzo, pereza a esbozar una sonrisa que podría significar estar listo para el cambio. Nos da pereza todo, hasta nuestra vida.
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