lunes, 16 de septiembre de 2013

Repoker

Una partida de poker. Cinco cartas. Hoy no es una buena noche para mi. Todo lleva saliendo mal desde que amaneció. Miré el móvil. Una llamada de mi jefe. Treinta minutos más tarde me entero de que estoy despedido de ese trabajo de comida rápida que había conseguido para poder pagar la matrícula al año siguiente. No se de donde voy a sacar la pasta. Llega la hora de comer. La nevera se jodió anoche tras ese apagón. Todos los congelados que tenia para subsistir ahora están camino al vertedero. Trato de conseguir planes, mis cinco amigos más habituales no están en la ciudad, llevamos meses sin vernos. Me ha sido imposible, parece que hoy voy a irme a dormir pronto. Justo cuando voy a meterme en la cama recibo un sms. Una timba ilegal. Llevo todo el día pensando como conseguir dinero. Y aquí estoy, apostando todo lo que me queda. He perdido las doce partidas anteriores, y no espero que la decimotercera vaya mejor. Voy a ir a ciegas, total, sólo quiero salir de aquí cuanto antes y que este día acabe. All in. Reparten cartas. Por las caras de mis rivales deben llevar una todos full como mínimo. Otro sms, porque demonios no me llamará la gente en lugar de mandarme estas cosas. Lo miraré después de que acabe este insufrible juego. Decimotercera mano, y aquí me encuentro, todos mis rivales han levantado sus cartas. Tengo que vencer a una escalera de color o sino me quedaré completamente arruinado. Levanto las cartas sin mirarlas, mientras recojo todas mis cosas, esto está acabado. Oigo gritos ahogados, como si se sorprendieran de algo. Miro a la mesa. Repoker de ases. En ese mismo momento, otro sms. Miro el primero recibido. Desconocido: "Esperamos darte suerte". Segundo sms. Obviamente, desconocido: "Mira hacia atrás". Lo hago. Ahí están, mis cinco ases. Como en los viejos tiempos.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Adjetivos

Agradable. Social. Bromista. Hipócrita. Tacaño. Rencoroso. Altruista. Irascible. Numerosos adjetivos me han descrito durante toda mi vida. Llega el punto en el que ninguno de ellos es verdad y a la vez todos ellos resultan ser ciertos. Lo cierto es que todos ellos podrían describir a cualquier persona, pero no a mi. A mi sólo me define uno. Feliz.